Y, ¿que mejor forma que con el Mayor Dolor?
Nuestra Titular, cubierta por un velo negro, salía a las 9 de la mañana de la Parroquia de Fátima camino al Parque de Abelardo Sánchez para encontrarse con Jesús Resucitado.
Allí, se encontraba con su hijo y tras retirarle el velo negro y mostrar su nuevo manto de ter ciopelo blanco bordado, empezaba la procesión del Resucitado.
Durante toda la procesión hubo mucha gente que esperava ver a la Virgen y los característicos bailes de esta.
Un momento muy emocionante fue una pequeña petalada que unos cofrades le realizaron a la Señora.
Una vez en la plaza de la Catedral, hicieron el tradicional homenaje a la Cofradía del cual muchísimos albaceteños, que esperaba en la escalinata, pudieron disfrutar.
Otro año más, la Semana Santa Albaceteña era Cerrada por su Reina, María del Mayor Dolor.
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